Historia

Este artículo es ya de hace algunos años, por lo que alguno de sus datos están desactualizados, no así la parte histórica.


Pioneros de la Hotelería en Costa Rica

http://tecnitur.com/edicion102/historia.pdf

La historia de la hotelería en el país está firmada por la tenacidad de personas
que convirtieron lo que parecía un sueño... en realidad

Alrededor de 800.000 turistas
visitan Costa Rica anualmente,
atraídos por una incomparable
riqueza natural y un servicio hotelero
que cumple con los más altos
estándares de calidad mundial.
Sin embargo, hace poco menos de siete
décadas, el turismo estaba muy lejos
de representar una de las principales
actividades generadoras de divisas
para el país.
La evolución continua de instituciones
y de una oferta turística, gracias a
la tenacidad de hombres que lucharon
por cumplir con sus creencias –tal y
como se relató en la primera de tres
entregas de esta serie de reportajes,
publicada en la edición número 97,
de setiembre del 2003-- han permitido
el desarrollo de un turismo dentro
y fuera de la ciudad al servicio del
confort, el buen gusto y el entretenimiento.
La hotelería, que representa la actividad
más sobresaliente de este avance,
ha sido construida con la visión de
grandes personajes, que contra las adversidades,
se dieron la opción de soñar
y despertar entre complejos turísticos,
hoteles de gran tradición y edificaciones
con un valor incalculable.
En las siguientes páginas se recuerda
la labor de algunos de los más destacados
pioneros de la hotelería nacional.
De Europa en Tiquicia
Si se habla de hotelería en Costa Rica,
habría que mencionar una serie de lugares
de hospedaje que empezaban a
mostrarse en las calles josefinas. No
obstante, hay uno que rompió con el
estándar de la época por sus dimensiones
y servicios: el Europa.
Fue en 1911 cuando el país vio emerger
en el centro de la ciudad capital la
construcción de este hotel.
Sus fundadores, una familia española
de apellido Ventura, inició el proyecto
con la inauguración de un restaurante
que con los años dio paso a 75 habitaciones
y varios salones destinados a
suplir la demanda de los primeros viajeros.
“En plenas labores de construcción,
mis abuelos se enfrentaron a una serie
de problemas y atrasos en la obra,
principalmente por falta de financiamiento”,
comenta Carlos Jo a q u í n